Nada más oír su nombre ya te viene una sonrisa. Es verle a él y siempre le verás con su enorme sonrisa y sus múltiples gafas de pasta que tanto le gustan.
Y hoy, que cumple 21 años no podía dejar pasar la oportunidad de dedicarle un espacio aquí como regalo de cumpleaños.
Yo le conocí hace 2 años más o menos, de infiltrada cuando hizo una fiesta en su casa. Yo estaba nerviosa porque me sentía una intrusa y no sabía cómo reaccionaría él cuando entrase por la puerta de su casa. He de decir que ahora, esa misma casa es ya mi segundo hogar. Pero siguiendo con la historia... Nada más entrar me dijo: "Uy, madre mía Bea, qué guapa vienes y yo aquí con estas pintas. No hacía falta que vinieses tan arreglada para estar en mi casa". Y me sonrío. Respiré tranquila sabiendo que le había caído bien.
Ese día fue un antes y un después para nuestro grupo de amigos.
Ya no recuerdo cuántas veces hemos estado juntos pero dos años dan para mucho y él también da para mucho. Me encantan los viajes que hacemos juntos y lo divertidos y alucinantes que puede hacerlos. Me encanta cuando me lleva en coche a casa sea la hora que sea. Me encanta cuando hablamos por teléfono que como mínimo, son conversaciones de una hora en el que él hace su monólogo; y yo, asiento y me río a carcajada limpia. Me encanta cuando salimos de fiesta y me da a probar de su tequila kiwi y nos ponemos a bailar. Me encanta cuando desvariamos sin razón alguna. Me encanta cuando sabe interpretar mis miradas y nos echamos a reír. Me encanta cuando sabe aguantar mis lágrimas. Me encantan sus parrafadas vía whatsapp. Me encantan sus excelentes ataques de lucidez. Me encanta cuando me hace reír para que se me pase el bajón. Me encanta que venga a verme a casa. Me encanta ir a su casa y aprovecharme de su piscina. Me encantan sus fiestas en casa. Me encanta ser su amiga. Me encanta que sea mi amigo.
Hace no mucho empezamos con la tontería de que éramos 'papi y mami' del grupo porque siempre estamos cuando los demás están mal. Y año y medio después, seguimos con la tontería. Pero es algo que tenemos tan interiorizado que ya asumimos el papel de 'papi y mami' oficial.
Y ahora, Guille, si estás leyendo esto, prepárate para soltar alguna lagrimilla (si es que no la has soltado ya...) porque viene la parte ñoña. Contigo he descubierto muchas cosas; sobretodo, lo que es la amistad en toda regla. Me has enseñado a reírme de mí misma, a reírme de los problemas y esbozar una bonita sonrisa siempre. Contigo me siento yo misma, sin miedos, ni ataduras porque tú vas a estar ahí escuchándome, sin decir palabra, sin juzgarme. Y sólo por el hecho de escucharme, ya me siento mejor que nunca. Das mucho por y para los demás y eso es lo que más me gusta de ti. Eres un soplo de vida, alegría y locura que es tu gran talismán y que debes proteger como oro en paño porque eso es lo que te hace ser tan especial.
Sonríe siempre y no dejes que nadie te quite la sonrisa. Porque puedo afirmar que eres la persona con la que más me he reído y espero que siga siendo así durante muchos años más.
Porque las mejores cosas de la vida no se pueden describir... Y tú, eres indescriptible en mi vida.
¡Felices 21!
Te quiero Guille.
Y como el viernes nos da la vida, te dejo nuestra canción que tanto cantamos y tarareamos cada viernes a primera hora de la mañana.