Translate

lunes, 20 de julio de 2015

Nueva versión

Domingo. 11.30 de la noche. Mañana madrugo, pero ¿y qué? Este momento no me lo quita nadie (aunque mañana me arrepienta y maldiga mientras voy deambulando por la casa medio zombie...)

La verdad es que últimamente duermo poco si no es por tema laboral, es por querer aprovechar el finde y no quedarme hasta las tantas durmiendo. No me quiero perder nada, no quiero desperdiciar un solo momento de mi tiempo libre, aunque es verdad que dormir no es perder el tiempo. Es necesario, pero qué le vamos a hacer...

En este tiempo, he estado desarrollando una nueva versión de mí misma. Quizás no tan nueva, pero sí mejorada: la versión 3.0. Ya me costó llegar hasta donde he llegado, pero siempre hay que mejorar, pulir esas esquinitas. Prometo que no es perfeccionismo, 

Supongo que tiene que haber un momento de inflexión y de pequeña crisis en los buenos momentos. Sí, lo admito, estoy en ese punto. El otro día nada más llegar del máster (en vez de estudiar) me dio por hacer limpieza de mi armario. La gente que me conoce sabe que mi armario ocupa la mitad o quizá más de mi habitación y ordenar ese bicho, ¡puede ser la mayor aventura del mundo!

Empecé por las blusas y camisetas: las separé por colores y por temporadas (creo que os vais dando cuenta de mi manía por el orden), después los vestidos. Pensaba que no iba a quitar nada, pero acabé haciendo un hueco hermoso en el armario. Después empecé por la parte de arriba colocando los millones de bolsos que tengo y conseguí hacer más espacio ahí arriba por si cae algún que otro bolso... Y llegaron los temidos zapatos, ¡madre mía! creo que tengo un par para cada día del año. Conseguí guardar algunos pares que tenía por la habitación aunque aún sigue quedando una caja que estoy deseosa de volver a meterle mano al armario para ver si guardo la dichosa caja...

Estoy en pleno proceso, porque esta semana tocan los bikinis, ¡temed bikinis de temporadas pasadas! 

Creo que la limpieza de armario es una buena metáfora para describir el proceso interno que estoy llevando ahora mismo: Deshacerme de lo que no me gusta de mí, guardar aquello por lo que me caracterizo como lo son mis converse que tengo desde los 16, el jersey de cuello alto que me tejió mi madre o mi cazadora militar que decoré yo misma para que no hubiese otra igual. Ahora toca llenarlo de cosas nuevas, frescas, que potencien el cambio que estoy afrontando.

Supongo que estoy en ese momento de cambio en el que necesito tiempo para dedicarme a mí y no pensar tanto en qué hacen o dicen los demás. Necesito vacaciones. Ni oficina, ni máster, ni ordenador por delante, ni amigos, ni nadie. Necesito tiempo conmigo y para mí para encontrar ese equilibrio y esa paz interior que tanto ansío.

La versión 3.0 está en período de pruebas. Os iré avisando cuando llegue la versión definitiva.