Como dijo Indira Gandhi en su momento: "Uno puede superar el odio, la envidia, la codicia, y tantas otras emociones negativas y autodestructivas. Pero el dolor es algo distinto. No se puede olvidar ni superar. Hay que aprender a vivir con él, integrarlo en el propio ser y hacerlo parte de la vida".
¡Qué razón tenía!
Ella ya había pasado por eso muchas veces y en verdad ya casi se lo esperaba, como si tuviese una corazonada. Su corazón tenía heridas, algunas ya habían cicatrizado pero seguían ahí, dejando su huella para siempre. Sumarle otra más a la colección no causó tanto daño como la primera pero aún así lo hizo. Ella aparentemente derrotada se juraba a sí misma que sería la última. Y por el momento así es. Parece como si todas las heridas hayan cicatrizado, ¡incluso desaparecido! Vivía en un instante mágico como todos los anteriores y no se había arrepentido de nada de lo que hizo en el pasado, ya que fue feliz y eso es lo único que recordaría en un futuro, los buenos momentos. Su intención era buena esa vez, no era como las otras veces que ya preveía que no iban a terminar bien. Pero a pesar de todo, ella salió a flote con ayuda y sabe que puede contar con esas personas. Pero lo que ella temía es que ahora que estaba en lo alto de la ola, ¿qué pasaría si caía? ¿Estarían allí sus salvadoras para sacarla a la superficie?