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miércoles, 31 de diciembre de 2014

Adiós 2014, hola 2015

No podía faltar mi última entrada para despedir del año.

¿Qué decir del 2014? Aunque quisiera no podría decir nada malo, porque ha sido el mejor de todos hasta ahora (espero poder decir esto mismo en el 2015). Como predijo mi buena amiga Isa, este iba a ser el año de nuestras vidas. Y así lo ha sido. ¡Ay, querida Isabel, cuánta razón tienes en todo!

Se han cerrado muchas etapas, pero también se han abierto muchas nuevas. Claro que ha habido muchos momentos malos, de lloreras, de despedidas, de enfados, de decepciones, de desilusiones. Pero todos los buenos momentos se han puesto por encima.

Este ha sido el año de asentar las bases. Después de varios años de idas y venidas; éste, ha sido el que me ha hecho sentir más yo: hacer lo quería, disfrutar al máximo cada momento, ver de lo que soy capaz, asombrarme de hasta donde puedo llegar, dejarme la piel en lo que me gusta, estar agradecida por tantas muestras de afecto, simpatía y compañerismo.

El 2014 ha dejado tantos buenos momentos y recuerdos tan bonitos que no sé si se podrán superar: las quedadas con las chicas, acabar la universidad: ¡cómo echo de menos las clases e ir en vaqueros y converse y ver a mis amigos de la uni todos los días. Ahora he cambiado eso por las faldas, las blusas, los vestidos, las medias y los mocasines para entrar en el mundo laboral. 

Las cenas y las copas por La Latina con mis amigos de la uni, las escapadas de fin de semana de casa rural para desconectar de la ciudad, el viaje con mis amigas a Huelva y pasarnos el día tomando el sol y escuchar música, las míticas barbacoas en casa de Óscar, las mojitadas en casa de Isa, los cumpleaños de toooooodos mis amigos, las risas con Jose y con Guille, las fiestas del pueblo de Jose...

El impactante viaje a Menorca: alquilar coches y recorrer la isla, sin preocupaciones y visitar calas escondidas donde no llegaba la cobertura. Descubrir una discoteca en una cueva, nuestra maravillosa Cova d'en Xoroi.

El mes al extranjero donde descubrí nuevos rincones donde volver a perderme y aprender. Nuevas amistades que aún siguen...

La vuelta a la realidad, el trabajo, el máster, el inglés. Un montón de cosas que me han ido absorbiendo y que me dejaban casi sin fuerzas ni tiempo para dedicarme a mí y a los demás.

No sé lo que me deparará el 2015. Estoy expectante. Con el paso de los años me he dado cuenta que la vida es complicada, que ya no puedes decir a nadie que se quede un ratito más, sino que simplemente las personas que siempre van a estar son a las que no tienes que decirles nada. 

Ya le voy cogiendo el tranquillo a esto de la vida como un niño que está a punto de quitarse los ruedines de la bici.

Hay que coger el año con fuerza, vivir intensamente cada momento porque el tiempo es efímero, porque quien no arriesga no gana. Gritar sin ningún miedo: ¡CARPE DIEM! Porque a pesar de todo, la vida es realmente maravillosa.

Por los que están y aún siguen, por los que se fueron, por los que pasaron desapercibidos, por los que hicieron una visita fugaz... ¡FELIZ 2015!




domingo, 7 de diciembre de 2014

Entrena tu alma

Hace muy poquito que entramos en Diciembre, mi mes favorito. Salir a la calle y a pesar del frío, pasear entre las luces de navidad y ver a medias las caras de los demás por culpa de los gorros y las bufandas que solo te dejan ver los ojos. 

Navidad. Me encanta que a la gente le encante la Navidad...

El reloj va haciendo tic tac y el momento remember va llegando: hacer balance. ¿Qué ha pasado este año? ¿Ha cambiado algo? ¿Qué he hecho bien? ¿Qué he hecho mal? ¿Qué tengo que mejorar?

Todas estas preguntas deberían rondar por nuestras cabezas este mes. Y ahora que vienen las fiestas, tratamos como sea de comer menos, de hacer ejercicio para que nos quepa nuestro modelito de Nochevieja y estar perfectos/as. Todas estas cosas que ahora están tan de moda por el culto al cuerpo... Pero creo que nos olvidamos de algo más importante: ¿Cómo está tu alma? No sé si alguna vez os lo habréis preguntado, pero a mí, inconscientemente me viene a la cabeza  esta pregunta este mes... Que está muy bien eso de llevar una vida sana, comer moderadamente, hacer ejercicio unas tres o cuatro veces a la semana... Pero, ¿y qué pasa con nuestro interior?

Como decía aquel poeta romano: "Mens sana in corpore sano". ¡No podía tener más razón el hombre! No se puede tener un cuerpo 10, cuando tu alma está falta de entrenamiento, ¡ojo! y viceversa...

Creo que todos deberíamos tener una tabla de ejercicios para el alma, así como la tenemos cuando salimos a correr o vamos al gimnasio.

Mi tabla de ejercicios del alma que intento cumplir todos los días es:

1. Agradece ver el sol otra vez, aunque te de mucha pereza madrugar.
2. Sé educado con tu entorno, aunque hayas tenido un mal día.
3. Ayuda y escucha a los demás.
4. Mima a tu familia y amigos.
5. Ponte en el lugar de los demás. La empatía es uno de los mayores tesoros que uno pueda tener.
6. No juzgues a los demás. Nadie sabe lo que le puede pasar a esa persona.
7. No pienses sólo en ti. Que tu cabeza no solo sea yo, yo y yo...
8. No a la envidia. Únicamente está permitida la envidia sana.
9. Trata a los demás como quieras que los demás te traten a ti (consejo de papá).
10. Desea el bien a los demás (consejo de mamá).

Si cumples esto todos los días, tu alma estará en forma con creces.