Llegará el día en el que todas las lágrimas derramadas serán sustituidas por una sonrisa.
Llegará el día en el que resurgirás de tus cenizas.
Llegará el día en el que los recuerdos no dolerán.
Llegará el día en el que todas las palabras hirientes, malos gestos, pasotismos, enfados y pérdidas no importarán.
Llegará el día en el que tendrás un corazón recompuesto, que no es lo mismo que nuevo. Tendrá sus cicatrices como todos, pero eso lo hará más fuerte y hermoso.
Llegará el día en que no sentiremos vergüenza.
Llegará el día en el que no tengamos miedo y estemos abiertos a todo.
Llegará el día en el que nos sintamos orgullosos cuando echemos la vista atrás.
Y cuando ese día llegue, estaremos en nuestro propio velero navegando por aguas tranquilas. Seremos libres y felices... Y es entonces, cuando nos habremos dado cuenta de que hemos vivido.
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