Translate

miércoles, 6 de enero de 2016

Bon vivant

No sé por qué no has aparecido antes en este sitio, mi refugio. Quizás ahora es la excusa perfecta ya que te despides de España por una temporada. Y como me gustan las sorpresas, aquí tienes mi regalo de despedida y de Reyes: léelo despacito, sin prisa, cuantas veces quieras, deja que todas las palabras te envuelvan y los recuerdos correteen por tu mente...

Me acuerdo como si fuese ayer del primer día que te vi, ¡imposible no acordarse! Era nuestro primer día en la universidad. Pelo largo, castaño y tus Ray-Ban. Inconfundible. A pesar de que los cuatro años de carrera los pasamos en la misma clase, no fue hasta el tercer año que fuésemos algo más que compañeras de clase.

No recuerdo el día exacto que nos hicimos amigas, pero sí recuerdo el comienzo: las prácticas en nuestra querida Torre Picasso. Recuerdo nuestra primera "maldad": cuando nos quedamos la tarjeta de visita que nos dieron el primer día y que yo aún sigo conservando y seguro que tú también en tu famoso monedero de amapolas donde guardas miles de recuerdos. No sé cuántas veces te he dicho ya que lo vacíes porque un día va a explotar o te lo van a robar y nos llevaremos un disgusto (toquemos madera).

Escribo esto y me sale una sonrisa al recordar nuestros arcaicos mensajes por Groove mientras trabajábamos, nuestros descansos laaargos en la cafetería de la séptima, nuestro pincho de tortilla en El Andaluz los viernes, nuestras comidas con los tuppers en la fuente cuando se acercaba el buen tiempo, o nuestros cafés del Starbucks después de la comida. Yo sigo por la Torre y es inevitable no acordarme de ti cada vez que voy a trabajar.

Nuestro primer viaje juntas: Sevilla, ¡qué maravilla! Lo que dio de sí ese puente para disfrutar poco a poco de tu presencia. El siguiente viaje juntas no se hizo esperar: esos días en tu casa de la playa con Didi, Pati y Made disfrutamos como unas enanas aunque el tiempo no acompañase. Lógicamente, despertamos la envidia entre nuestros compis de clase por la suerte que habíamos tenido por tener una semana de vacaciones antes de volver a las clases después de las prácticas. Las "ernestinas" habíamos tenido suerte, sí...

Llegó el último año en la universidad y aunque todo el mundo lo veía como una alegría por terminar, a ti y a mí nos entraba una tristeza enorme porque habíamos formado una familia: tuvimos la gran suerte de forjar nuestro grupo con los que habíamos empezado la carrera. Pronto llegaría más gente y hemos llegado a día de hoy, a lo que yo llamo la GRAN familia: casi veinte personas muy distintas entre sí pero con ganas de comernos el mundo.

Y mira que es raro, que cuando uno termina la universidad cada uno toma caminos diferentes, pero en nuestro grupo ha pasado todo lo contrario: estamos más unidos que nunca: no podemos estar más de dos semanas sin vernos. ¡Es como una adicción!

En su momento te dije que aunque acabáramos la universidad y ya no nos viésemos todos los días en las aulas, no nos íbamos a separar. Que esto no era el fin sino el principio de algo grande. Y así es, a dos días de que embarques a la experiencia de tu vida, sólo puedo desearte lo mejor. 

Creo que casi 10.000 kilómetros no nos van a separar. ¡Mira que te gusta ponérnoslo difícil! Y te vas aquí cerquita... ¡Ni más ni menos que a la India!

No sabes cuanto te voy a echar de menos... Creo que todavía no soy consciente de que te vas... Lo iré notando cada vez que vuelva a casa después de una cena y ya no pueda escribirte como hacemos siempre un mensaje de que hemos llegado bien a casa.

Echaré de menos tus abrazos al verme, nuestras miradas y risas cómplices, nuestros latineos, nuestros viajes de desconexión, nuestros paseos por Madrid, nuestros cafés, nuestros whatsapps a cualquier hora del día, tus consejos, tus ánimos, en esencia, TÚ.

Que el mundo conozca tu postivismo, tus ansías de comerte el mundo, tu constante lucha por cumplir tus sueños, tu paciencia, tus ganas de vivir, tu empatía, tus buenas acciones, tu educación, tus valores, tu saber qué hacer en cada momento, tu espíritu libre, tu bondad, tu humildad, tu valentía, tus ganas de aprender, tu ilusión, tu felicidad contagiosa, tu carisma, tu predisposición, tu energía y tu corazón que ama sin límites. Creo que no conozco mujer más completa que tú. Para mí, eres la chica 10 y siempre lo diré.

Doy gracias a la vida, al destino o a lo que sea por habernos encontrado. Gracias por aparecer en mi vida hace cinco años y hacer que mejore con creces, ni yo misma había pensado que la vida podría ser tan increíble a tu lado. Gracias por todos los mensajes de ánimo semanales cuando voy a trabajar. Gracias por acordarte siempre de cualquier cosa importante y de lo que no lo es también. Gracias por hacer de pequeños momentos, grandes momentos. Gracias por ser la única que me ha hecho llorar sin parar de felicidad. Gracias por cuidarme. Gracias por ser como eres. Gracias por ser mi mejor amiga.


Creo que no hay mayor acto de amor que dejar libre a la persona que quieres. Así que te dejo libre, demuestra al mundo lo que vales.

Buen viaje amore, nos vemos pronto!

No hay comentarios:

Publicar un comentario