Te faltan ojos para captar tanta belleza e
inmensidad. Sentirse extranjero es una de las mejores sensaciones del mundo: la
cara de atónito y ese tic no tan nervioso del dedo índice disparando con tu cámara
para inmortalizar cada instante que quedará para la eternidad.
Prometimos volver con la moneda que tiramos
hacia atrás en la famosa Fontana di Trevi
en la que todo el mundo tira una moneda con la esperanza de que su deseo tarde
o temprano se haga realidad.
Daría lo que fuera por volver allí para
empaparme de tantos siglos de historia. Y es que, todos los caminos llevan a
Roma.
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