Translate

viernes, 8 de marzo de 2013

N de nobleza

Es la flor más bonita de todas. La flor más bonita de este gran jardín llamado mundo. Hace escasos días cumplió 20 primaveras, y aún así sigue siendo hermosa, sin marchitarse. Está igual desde que empezaron a salir sus primeros pétalos.

Hace dos años que conozco a esta pequeña gran persona, y se ha ganado un espacio bastante grande en mi corazón. Y os preguntaréis, ¿cómo puede ser? Yo sólo voy a decir una frase: poco a poco. Todo en la vida viene poco a poco, sin prisa, sin agobios, como ella. Para disfrutar de una bebida fresca en un soporífero día de calor hace falta beber a sorbitos, no de un trago (aunque parezca que haya que hacer lo contrario). Si bebes rápido, tendrás más sed, hay que disfrutar de su sabor, como ella. Es mi refresco diario.

Es una persona muy tímida que va dando pequeños pasos hacia ti, investiga, descubre poco a poco tu yo, tu alma y lo hace increíblemente bien. No sé exactamente cuál es el proceso que hizo que nos hiciéramos inseparables, hasta tal punto que parecíamos siamesas y llegamos a pensar que nos habían separado al nacer.

Sí, era la típica chica, amiga de mis amigas que quedabas un fin de semana por la tarde, a la que no conoces demasiado pero por cortesía haces el intento de hablar con ella. Por circunstancias de la vida, ella ha atravesado momentos de mucha dificultad no solo para ella, sino incluso para cualquier persona. Afortunadamente, estuve en uno de esos momentos con ella, codo con codo, secando sus lágrimas, comprendiendo sus razones, apoyando sus decisiones, y eso nos hizo verdaderas amigas. No hay cosa más cierta que, los amigos se descubren y valoran en los momentos malos; y este sin duda, es el mejor ejemplo de todos.

No había tarde de verano, que no nos pusiéramos a hablar sobre nuestras vivencias, recuerdos, o simplemente, cualquier tontería cotidiana que nos hubiera pasado, y descubrimos que éramos (y somos) demasiado iguales. Yo me sentía comprendida (supongo que ella también) porque nuestra forma de pensar era (y es) muy parecida, y me arriesgo a decir que igual, como si compartiésemos el mismo cerebro, las mismas conexiones neuronales. Soy afortunada en decir que tengo a mi igual, a mi siamesa.

La historia se repitió por segunda vez. En un momento de dificultad para las dos, estuvimos apoyándonos porque parecía que el mundo iba en nuestra contra, la moneda no caía por la cara que apostábamos y pedíamos que no tardase mucho en ponerse la suerte de nuestra parte. Ese día, 8 de octubre, prometimos que recordaríamos cada día 8 de cada mes, como nuestro día de la esperanza, en el que no importaba si el día iba mal; había que respetarlo, e intentar pensar que todo va bien aunque no llevemos todas consigo.

Por eso, hoy día 8, te dedico un hueco en este sitio tan especial para mí.

Es ternura y dulzura (como los postres que tanto le gustan), es timidez, es comprensión, es sinceridad, es alegría, es espontaneidad, es cariño, es humildad, es nobleza. Sobre todo nobleza, porque empieza por “n”, como su nombre.

Te quiero N.



No se me olvida poner nuestra canción. La que nos dice tanto y nos identifica tanto...



No hay comentarios:

Publicar un comentario