Porque a cada calada de aire que tomas, te duelen los pulmones; a cada paso que das, las piernas se vuelven más pesadas; cada vez que intentas mirar entre la niebla, los ojos te piden que los cierres; cada vez que oyes una palabra, una ofensa, las lágrimas quieren anegar los ojos.
Cuanto describes, nos pasa muchos días, el mismo ahogo, el mismo cansancio, quizás las mismas lágrimas y quizás el mismo bostezo que no es de hambre ni de sueño, sino de llana impotencia.
ResponderEliminarQue nos ocurra cada día, significa que despertamos cada mañana. Y cualquier mañana ,¡quien dice que no!, ese bostezo contenido será señal de hambre: hambre de mundo, hambre de vida o hambre de arrojar muebles por la ventana.
Saludos, compañera.